lunes, 16 de enero de 2012

Dimes y diretes.

Recién comenzado 2012, desde el gobierno y las diferentes administraciones (con mayor o menor acierto) se nos recuerda casi a diario la necesidad de unión, compromiso y esfuerzo como bases fundamentales a la hora de atajar esta crisis que va camino de convertirse en crónica. En medio de este clima de incertidumbre, la sociedad astorgana está asumiendo numerosos e importantes sacrificios con la serenidad y responsabilidad que la caracterizan.

Lamentablemente, una vez más y empieza a ser costumbre, hay una nota discordante sonando desde el Ayuntamiento. Al mismo tiempo que apretamos los dientes y exprimimos nuestros exhaustos bolsillos, asistimos atónitos al bochornoso espectáculo que nos dispensan las agrupaciones municipales de PP y PAL, que enzarzados en un pueril intercambio de acusaciones, cada cual más descabellada y grosera, se olvidan de la misión para la cual fueron elegidos. Quizá con esa actitud desconcertante e irresponsable lo que pretenden enmascarar es su incapacidad para dar respuesta a los problemas de los ciudadanos, o puede que, dando una explicación más "freudiana", sea el producto de la acción inconsciente de sus mecanismos de defensa ante la incompetencia manifiesta, o simplemente quizás sea que la política de "arreglar baches" por un lado y la antipolítica por el otro no den más de sí, dejando al descubierto las vergüenzas de ambos.

Desde el PAL, utilizando el despacho municipal como centro de operaciones, dedican parte del tiempo que les corresponde a los astorganos a confeccionar un cartel de dudoso gusto dirigido al PP, haciendo gala de un perfil político de patio de colegio. Mientras, en el PP no pierden el tiempo y acusan a los primeros de utilizar material municipal con fines partidistas. Así, unos y otros airean sus trapos sucios por todo un carrusel de medios, prensa e internet incluidos, en una escalada de acusaciones que parece no tener fin.

Pero que nadie se preocupe, no es demasiado grave, todavía existen evidentes puntos de coincidencia entre ambas formaciones, pues están más que de acuerdo en asuntos clave como la periodicidad de los Plenos o las retribuciones a percibir por asistencia a los mismos, que recordemos en esta legislatura han sufrido un incremento de 38 a 290 euros, un aumento del 763% y un auténtico insulto en los tiempos que corren.

En definitiva, lo que pedimos una vez más es seriedad, respeto, trabajo y que quienes forman parte de la Corporación Municipal dediquen hasta el último minuto que les corresponde a dar solución a nuestros problemas y necesidades.Y si no son capaces, entonces la ciudadanía astorgana debería empezar a preguntarse si ha cometido un error en las pasadas elecciones o lo que es más importante, si se puede remediar.


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